Un exhorto a la Secretaría de Salud Federal, para que a través de la COFEPRIS, actualice la Norma Oficial Mexicana que regula el etiquetado y los criterios del sello nutrimental de los productos alimenticios, a fin de generar consciencia sobre los efectos en la salud que genera el consumo de productos con altos niveles de azúcares, grasas y sodio, presentará la coordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en el Congreso del Estado, Araceli Saucedo Reyes.

La líder de la bancada perredista en la LXXIV Legislatura Local, refirió que planteará ante el Pleno que también se exhorte a las Secretarías de Salud tanto federal como estatal, para que en el ámbito de sus respectivas atribuciones impulsen acciones que fortalezcan las campañas de información, dirigidas primordialmente a los niños, sobre los riesgos de consumir ciertos productos, los cuales generan problemas de sobrepeso y obesidad.

“Esto resulta urgente toda vez que México ocupa el segundo lugar en obesidad a nivel mundial y de manera particular, el primer lugar de obesidad infantil, siendo un problema de salud pública, debido a su magnitud y trascendencia”.

El sobrepeso, obesidad y diabetes en México, ha generado graves afectaciones a la salud de los mexicanos, convirtiéndonos en los mayores consumidores de refrescos, pastelillos, sopas instantáneas, de comida chatarra en general, ante lo que se debe tener presente la emergencia sanitaria en la que se encuentra nuestro país, por lo que es necesario proteger la salud de la población, sostuvo la legisladora.

“Consideramos que es urgente replantear el etiquetado frontal y los criterios del sello nutrimental de los productos alimenticios dirigidos a la infancia y a la población en general. El etiquetado frontal es una medida con alto potencial para incidir en las decisiones alimentarias de millones de mexicanos, principalmente aquellos con menor acceso a la información adecuada, cuya finalidad sea desincentivar el consumo de productos altos en azúcares añadidos, grasas y sodio”.

“El sobrepeso y la obesidad en nuestro país son un problema de salud pública de gran magnitud, que tendrá implicaciones económicas, sociales y de salud a mediano y largo plazo. Por ello, es importante aplicar estrategias de educación nutricional, destinadas a promover formas de vida saludables, considerando la cultura alimentaria, así como aspectos del desarrollo social y económico”, puntualizó Araceli Saucedo.

Recordó que la Organización Mundial de la Salud ha publicado una guía de hábitos nutricionales en la que recomienda reducir el consumo de azúcar tanto en población adulta como en niños, con el objetivo de reducir el riesgo de sobrepeso u obesidad, lo cual debe aplicarse.

Además dijo que la información, que recibe un consumidor sobre un producto es la que viene en el etiquetado frontal, que se deriva de la NOM-051-SCFI/SSA1-2010, especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados-información comercial y sanitaria; el cual de acuerdo a especialistas, no ayuda a enfrentar la obesidad.

“Al respecto, la OMS ha reconocido que en México, la información en las etiquetas es incomprensible para la mayor parte de los consumidores y ha llamado a desarrollar etiquetados al frente de los productos que brinden información muy sencilla, entendible y útil para reducir el consumo de azúcares, sodio, grasas y calorías, para enfrentar la epidemia de obesidad”.

Es así que existe un amplio reconocimiento en que los etiquetados no son útiles, sostuvo la diputada local por el Distrito de Pátzcuaro, al añadir que la información debe ser clara y entendible para los niños.

Algunos especialistas han señalado de manera reiterada que, el etiquetado frontal viola el derecho a la información y, por consecuencia el derecho a la salud, además de que fomenta el consumo excesivo de azúcar y no advierte el riesgo a la salud, ante lo que es urgente establecer un etiquetado de advertencia útil y entendible.

Recordó que en México, desde que fue diseñado el etiquetado se evidenció de acuerdo con la Encuesta de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, que únicamente el 13.7 por ciento de la población lo considera “muy comprensible”, cuando debiera ser muy claro para toda la población, incluyendo a los niños.
“Se ha reconocido que los problemas de comprensión y criterios del actual etiquetado y las recomendaciones reiteradas por los organismos internacionales para modificar el etiquetado frontal y otras regulaciones, nos convocan a los legisladores a definir una nueva ruta en esta materia y elevar a rango al incluirlo expresamente en la Ley General de Salud”.

Finalmente dijo que el Estado tiene la obligación de garantizar, a través de la regulación, información para que tanto los padres como los niños tomen decisiones informadas.

En ese sentido, el etiquetado frontal comprensible reduciría la confusión con la que muchos consumidores se encuentran a la hora de elegir las opciones más saludables.

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