A garantizar el respeto de los derechos humanos exhortó la diputada Nalleli Julieta  Pedraza Huerta a las y los integrante de la LXXIII Legislatura de Michoacán, quien llamó a un cambio de conducta respecto al trato que se tiene con unos y otros.

Al hacer uso de la palabra en la tribuna la legisladora subrayó “es urgente que cada ser humano recobre la sensibilidad, pues mientras mantengamos el entendimiento entenebrecido por el egoísmo, por los prejuicios, por la discriminación y principalmente por la ignorancia, seguiremos replicando un modelo de conducta en el que la diferencia entre seres humanos sea justificación para un trato inhumano”.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos puntualizó que hoy que se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos, es prioritario que todos los actores políticos, sociales y autoridades, “contribuyamos a la defensa y protección de las garantías fundamentales de los ciudadanos”.

Nalleli Pedraza Huerta, agregó, “hoy día es impensable la ruta que ha tomado el estudio, la promoción, defensa y lucha por los derechos humanos sin la creación, en 1945, de la Organización de las Naciones Unidas, desde donde se logró comprometer a los países miembros a realizar en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.

Este trayecto nos conduce a que cada día 10 de diciembre se conmemore el día de los Derechos Humanos, subrayó, “en México, como en otros países, la evolución en la concepción de los derechos humanos ha ido de la mano del proceso de modernización constitucional”.

Hoy nuestra Constitución ha sido sujeta a varios cientos de reformas, dijo Nalleli Pedraza, quien se refirió a la del 10 de junio del año 2011, en la que se logró, al menos en tinta, pasar de garantías individuales, a derechos humanos y sus garantías. Este sencillo cambio conceptual significa un importante viraje doctrinal. Los derechos en lugar de otorgarse, ahora simplemente se reconocen, pues estos son inherentes, universales, interrelacionados, interdependientes e indivisibles.

Además se crea un compendio de constitucionalidad, pues no solamente la Constitución Política sino también los tratados internacionales, ratificados por el Estado mexicano, se convierten en el lente conceptual a través del cual se deben interpretar todas las normas relativas a los Derechos Humanos.

En igual sentido, la reforma incorpora el principio “pro persona”, el cual en términos generales implica que en la interpretación de una norma jurídica o en el análisis de un caso concreto, siempre se debe elegir la interpretación y aplicación de aquella norma que proteja de mejor manera a los titulares de un derecho humano.

“Hoy yo siento un Michoacán muy lastimado, veo ciudadanos que sufren a diario la violación de sus derechos humanos, que piden auxilio y no reciben atención a su llamado; en la actualidad ser mujer aún implica desventaja, en donde la niñez sigue acumulando rezagos y violaciones, donde los adultos mayores no se sienten orgullosos del estado que forjaron con sangre, donde tenemos que ampliar el catálogo de grupos vulnerables en lugar de atenderlos eficazmente, donde el concepto Derechos Humanos es sólo objeto de estudio y no una realidad cotidiana”.

 

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