Cuando Ernesto Santamaría Reyes le dio forma al Sindicato Demócrata de Empleados Municipales, generó mucha esperanza en empleados que estaban descontentos con Jorge Molina Bazán, sin embargo al paso del tiempo parece que Santamaría Reyes mostró el cobre y está actuando igual o peor que muchos esos líderes sindicales que se dicen defensores de los derechos y conquistas laborales de los trabajadores.

Esto viene al caso porque hay denuncias en las que empleados municipales expresan su indignación porque “mientras a nuestra organización nos mienten quincenas tras quincena, asamblea tras asamblea” con el posible otorgamiento de prestaciones que “cada vez vemos más lejos, a nuestro ’líder’ aquél que haría las cosas diferentes, que velaría realmente por los intereses de los trabajadores” recibió la confianza de muchos y se le unieron.

Hoy, sin embargo, “recibe cantidades descomunales que muchos no veremos ni ahorrando toda nuestra vida”, ese líder que “dice que nuestra organización vive de las cuotas, que nos divide las despensas, el que nos cobra las camisas” y al que le piden les explique de dónde salen los apoyos y “¿cuántos de estos apoyos te han dado por utilizarnos, Ernesto”?

Esa pregunta se refiere a que Ernesto Santamaría Reyes recibió de Yankel Benítez Silva, secretario de Administración del gobierno “independiente” de Alfonso Martínez Alcázar la cantidad de 415 mil pesos para la compra de uniformes que, denuncian, Ernesto Santamaría Reyes se los vende a los trabajadores. Un buen negocio para él, sin duda. A Santamaría Reyes le piden que reflexione y que “ya no nos vendas”.

Pues vaya decepción para quienes creyeron en el proyecto sindical honesto de Ernesto Santamaría Reyes.

Tantos son los comerciantes del Centro Histórico?

Alfonso Martínez Alcázar, junto con la Secretaría de Turismo Federal, infla los beneficiarios de las obras que ejecuta y es que para la iluminación de la Catedral que con esa acción se benefician 729 mil 279 habitantes.

Que falsedad, porque quienes son favorecidos con esa acción son los comerciantes del Centro Histórico y no creo que sean tantos. Usted cree que esa obra beneficie a los habitantes de las colonias alejadas del primer cuadro de la ciudad, por supuesto que no, ¿o acaso la luz de la Catedral alcanza a iluminar las oscuras calles de colonias como Ciudad Jardín?, por supuesto que no.

Un pollito en el Parque Lineal del Río Grande.

A Alfonso Martínez Alcázar un taxista, de los que ofrecen el servicio a quien esto escribe, lo invitó a que vaya con su familia al Parque Lineal, ponga una mesita y degusten un pollito, entre  las dos y tres de la tarde, cuando el sol está en su esplendor y goce los olorosos vapores que salen del río. Esa es una de las obras que presume, un parque de aromaterapia a drenaje. Que disfrute de su pollito, si es que acepta la invitación del taxista, y del olor a mi…da. Provecho don Alfonso.

 

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