Michoacán se ubica en el noveno lugar de ocupación en la población infantil

 

Morelia; Michoacán, 15 de junio de 2016.- Es necesario etiquetar recursos para 2017, a fin de crear un programa integral y multidisciplinario para la erradicación del trabajo infantil y la protección de adolescentes trabajadores en edad permitida, para dar la prioridad que se merece el tema en la agenda de gobierno. Lo anterior, fue propuesto por la diputada Eloísa Berber Zermeño, al presentar un pronunciamiento con motivo del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil.

 

“Nuestro Estado, de acuerdo con los datos del INEGI, está en el noveno lugar de ocupación en la población infantil, esta estadística muestra que casi el 30 por ciento realizan alguna actividad productiva en el estado; esto es, un total de 125 mil 391 niños, de los cuales 59 mil 302 no van a la escuela, prácticamente la mitad no tiene el acceso a una educación formal, de igual forma se reporta que el 29.3 por ciento, es decir, uno de cada tres, trabaja más de 35 horas a la semana, y cumplen más de una jornada de medio tiempo, que rebasa las seis horas al día durante seis días a la semana”.

 

Al referir estas cifras la legisladora señaló que en coordinación con la sociedad civil y organizaciones no lucrativas, debe atacarse esta impostergable tarea, impulsar y apoyar las condiciones necesarias para retirar a los niños del trabajo infantil y escolarizarlos; propiciar el entorno económico y social para que la niñez michoacana se dedique al estudio y la recreación, en escenarios que les favorezcan su desarrollo; que las niñas por argumentos de género no sean sujetas a la explotación y el trabajo infantil en ninguna de sus formas.

 

En Tribuna, Berber Zermeño recordó que México es parte de la Convención sobre los derechos del niño, que establece que es obligación del Estado proteger al infante contra el desempeño de cualquier trabajo nocivo para su salud, educación o desarrollo, a pesar de ello las cifras en nuestro país muestran una realidad  incuestionable.

 

La legisladora mencionó que de acuerdo con datos de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, en el país más de tres millones de infantes trabajan, de los cuales 39.1 por ciento no asiste a la escuela, es decir, alrededor de 1.2 millones de niños y niñas,  de igual forma el trabajo infantil repercute con mayor impacto en las niñas, ya que muchas son forzadas a trabajar, y las familias favorecen a los varones al momento de decidir quién debe ir a la escuela.

 

Congruente con esta realidad, Berber Zermeño recordó que  el 12 de junio de 2013, el Ejecutivo Federal creó por decreto presidencial la Comisión Intersecretarial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección de Adolescentes Trabajadores en Edad Permitida, cuyo objetivo es el diseño, ejecución y evaluación de políticas, programas y acciones en materia de prevención y erradicación del trabajo infantil. A través de la instrumentación de estrategias para contribuir a la erradicación del trabajo infantil, por medio de programas especiales, o en el marco de la lucha contra la pobreza, utilizando los programas sociales focalizados, cuyos ejes principales son el combate a la pobreza extrema de las regiones rurales y marginadas del país.

 

De ahí que el gobierno federal, al definir el trabajo infantil como problema público, hace conciencia de que no sólo se trata de un asunto relevante, sino que quizá representa la cara más visible de otra serie de problemas, casi siempre interdependientes: pobreza, iniquidad, mala calidad de la educación, deserción escolar, entre otros.

 

Por lo anterior, consideró que el trabajo infantil, en consecuencia, es un asunto de interés general, toda vez que debe ser centro de atención del Estado, pero también de los sectores público, social y privado.

 

Al finalizar su intervención, señaló que sin duda no es fácil arrancar el problema de raíz, “pero la sociedad y en especial la niñez de Michoacán espera de nosotros el compromiso firme y decidido para combatir este flagelo que vulnera los derechos de niños, además de las que ya señalé, una forma de hacerlo es que sociedad y poderes del Estado, adquiramos, desarrollemos y consolidemos una cultura  social de prevención y erradicación del trabajo infantil”.

 

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