Morelia, Michoacán, a 29 de febrero de 2016.- El pasado 17 de febrero, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, anunció un recorte presupuestal al gasto público por 132 mil 300 millones de pesos. De los cuales 100 mil millones se aplicarán a Pemex y 32 mil 300 millones de pesos serán recortados a las secretarías del gobierno.
 
Nuevamente el gobierno de Enrique Peña Nieto ha aplicado las medidas equivocadas para subsanar los problemas financieros del país, pues en lugar de brindar una solución, sólo dañan más la economía, sacrificando como es costumbre el bienestar y la calidad de vida de los mexicanos.
 
Recordemos que el año pasado ya se había aplicado otro recorte por 124 mil 300 millones de pesos, los cuales afectaron a las dependencias de Salud, de Educación, de Política Social, al ISSSTE y Pemex, cuyo impacto se vio reflejado en cientos de despidos, en la calidad de sus servicios, de sus obras y por supuesto, en la reducción de los programas sociales, que impactan de manera negativa el bienestar familiar.
 
Ahora, nuevamente vuelven a recibir otro fuerte ajuste presupuestal. Tal parece que en lugar de buscar el bien común de un país, el objetivo es sólo el beneficio de unos pocos.
 
Es muy claro que estas políticas no han dado resultados positivos, este es el tercer ajuste financiero que el gobierno de Peña Nieto aplica en el país y se han visto reflejados en el deterioro de las condiciones de vida y de trabajo de las mayorías, así como en presupuestos más escasos a estados y municipios, incluido Michoacán.
 
Tal recorte afectará directamente a programas como:
-Comercialización y desarrollo de mercados con una reducción de mil 500 mdp.
-Programas de infraestructura que sufrirán recortes por mil 200 mdp
-El programa nacional de becas educativas con una disminución de mil mdp
-Igual que el programa de infraestructura indígena con la misma cantidad, entre otros.
 
Es lamentable que en tres años de gobierno priista no se haya conseguido mantener el crecimiento de México, ni siquiera en niveles aceptables, y que sus medidas de emergencia sólo estén enfocadas en continuar generando más pobreza en un país donde de por sí la mitad de su gente ya es pobre.
 
No hay que olvidar que estos recortes presupuestales derivan la caída del precio del petróleo, y pese a ello el Gobierno Federal sigue apostando por impulsar la entrada de grandes trasnacionales al país, acciones que junto al drástico recorte presupuestal debilitan aún más a Pemex y con ello a nuestra soberanía.
 
Lo que denota un rotundo fracaso de las reformas estructurales aplicadas por el gobierno priista y no obstante, tal parece que su intención es mandar a la quiebra a Pemex y con ello justificar la reforma energética.
 
La semana pasada Peña Nieto ya anunció que esta reforma se mantendrá en marcha, por lo que a partir de abril comenzará la compra de combustibles a particulares hasta por un año adelantado.
 
Con ello confirma que en lugar de buscar soluciones para el rescate financiero sólo busca mantener en la miseria a todo un país.
 

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