• Especialistas en Historia y Derecho describen la vida y obra e ideología del fundador de la Casa de Hidalgo.

Con la inspiración de Tomás Moro, autor de “Utopía” y Erasmo de Rotterdam, pensadores europeos de su tiempo, Vasco de Quiroga transformó con su actuar la teoría humanista en una realidad para los pueblos indios conquistados, ya que defendió sus necesidades y a través de la educación coadyuvó a su adaptación a la cultura occidental, con la fundación del Colegio de San Nicolás Obispo y los Hospitales de Santa Fe de la Laguna y Santa Fe del Río, afirmó el investigador Joseph Benedict Warren Clark.

Durante el II Coloquio Internacional “La Herencia Humanista de Don Vasco de Quiroga en Michoacán, la Universidad Nicolaita, su Magna Obra”, académicos, investigadores, diputados y ediles hablaron de la obra y figura del fundador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de esta institución educativa.

Warren Clark investigador de la Universidad de Maryland, Estados Unidos y de El Colegio de Michoacán, expuso la influencia del pensamiento de Tomás Moro en el primer obispo michoacano, al fundar bajo la figura de Hospitales, centros de atención y formación de los indígenas.

Estos lugares, afirmó, estaban destinados a la atención de todas las clases sociales, heridos de guerra, huérfanos sin importar su raza. En ellos llevó el modelo de ciudad descrito en “Utopía” de Tomás Moro a la realidad, en donde además de sus necesidades vitales, atendió su formación para realizar algún oficio, su formación cristiana y su educación, para adaptarlos sin violencia a la nueva cultura traída de Europa.

Con la presencia del rector Medardo Serna González y el director de la Facultad, Damián Arévalo Orozco, la alcaldesa de Madrigal de las Altas Torres, provincia de Ávila en España, Ana Isabel Zurdo Manso, refirió los primeros años de vida de Vasco de Quiroga, quien precisamente nació en esa ciudad española.

En esa misma región de Castilla, con un importante poder económico y político en la época, Vasco de Quiroga fue contemporáneo de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila, así como de Juan de Loyola, fundador de la orden Franciscana, además de ser paisano de la reina Isabel, para la cual trabajó como oidor de los Reyes de España, años más tarde.

No hay mayor límite a la acción que el que nos proponemos nosotros mismos, afirmaba Vasco de Quiroga -citó- al afirmar que hoy en día el hermanamiento que busca su ciudad natal con su tierra adoptiva: Pátzcuaro, tiene el objeto de enaltecer y difundir su figura en Europa, a través de la reconstrucción de un museo con documentos y otras pertenencias de Vasco de Quiroga, además de fundar un centro de estudios sobre su ideología humanista, transformándose así su figura, en un puente entre España y México, como lo fue en su tiempo.

El investigador, catedrático de la Casa de Hidalgo y ex presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Gumersindo García Morales, habló del carácter de defensor de los derechos humanos de los indígenas que impulsó las acciones de Don Vasco de Quiroga.

Promovió anticipándose a su época, la defensa de los derechos humanos de los indígenas, afirmó, al ver la injusticia y violencia que ejercían sobre ellos los conquistadores españoles, haciéndolos así sujetos de derechos, legislando en las tierras conquistadas, lo que en su tierra natal no era ley aún, el reconocimiento de la persona como un recipiente de derechos que deben ser respetados.

Esta herencia humanista, resaltó, es la raíz del carácter humanista que se imparte en las aulas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, es una herencia del impulso hacia el cambio que debe caracterizar a la Casa de Estudios, al igual que en su tiempo lo hizo realidad su fundador.

El cuarto panelista, Pedro Tomé Martín, jefe del Departamento de Antropología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas del Estado Español, señaló que la motivación de Vasco de Quiroga a sus 60 años de edad a iniciar una nueva vida en Michoacán y quedarse en ella como un michoacano más, fue encontrar la oportunidad de hacer realidad la Utopía de Tomás Moro, de una ciudad con hombres y mujeres con derechos y respeto a su persona, con igualdad y hermandad.

Relató que Quiroga tuvo una experiencia previa en tierras extranjeras en una población africana, a la cual asistió en calidad de oidor del imperio español, pero en la cual encontró otro tipo de personas, casi todas ellas refugiadas de guerra, de diferentes credos y razas.

Definió a los pueblos originarios de Michoacán como “puros y no contaminados”, aptos para construir lo que él entendía como un nuevo mundo.

Tomando en cuenta que los derechos no sirven si solo están en un papel y que se hacen realidad cuando se ponen en práctica, Vasco de Quiroga emitió una serie de ordenanzas en donde desarrolló los derechos indígenas en la práctica cuestionando así el modelo de autoridad del reino español.

De ese sueño por forjar una nueva humanidad, es del cual hoy debiera alimentarse a las nuevas generaciones, de la tenacidad y el valor de Vasco de Quiroga, quien logró transformar la forma de conquistar las tierras y de adaptar a una nueva civilización a los pueblos americanos.

Presentes también con una ponencia estuvieron el director del Instituto del Artesano Michoacano, Marco Antonio Lagunas Vázquez; el catedrático nicolaita Luis Fernando Anita Hernández; así como el diputado federal José Guadalupe Hernández Alcalá.

 

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